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Introducción
Participé en varios sorteos en Instagram con la esperanza de conseguir una copia de este libro, que desde el principio me llamó mucho la atención, pero no hubo forma. Al final, me tocó esperar como a todo el mundo 😅.
“Diferente” tuvo bastante promoción en Instagram. Se habló mucho de él antes de su lanzamiento, y algunas ya lo teníamos en el radar, así que cuando por fin salió, lo compré.
Eloy Moreno es el autor de “Diferente”, una obra que, sin duda, merece ser leída. Tiene algo especial, algo que lo hace destacar entre tantas novedades editoriales que se publican cada año.
Ya había leído “Tierra” (puedes ver mi reseña aquí) , y me dejó muy buen sabor de boca. Fue uno de esos libros que te hacen pensar y que se quedan contigo un tiempo después de terminarlos. Por eso, cuando supe que Eloy publicaba una nueva novela, tenía que leerla sí o sí. Las expectativas eran altas, y no me ha decepcionado en absoluto.
De hecho, “Diferente” me ha gustado incluso más que “Tierra”. Y eso no es poca cosa. Lo he leído en tres días exactos, lo que, al menos para mí, es un indicador claro: cuando un libro me atrapa de verdad, no me dura más de eso.
Y si algo tiene Eloy Moreno es que sabe cerrar sus historias como pocos. El final de “Tierra” ya me había parecido impactante, de esos que te obligan a releer el último capítulo para asimilarlo del todo. Pero el final de “Diferente” es mejor. Si el de “Tierra” fue OMG, este es OMG².
La portada
Ahora hablemos un poco de la portada, que te la dejo por aquí abajo.
En ella aparece una niña sentada en una cama, sujetando un sombrero enorme que casi parece más grande que ella. A simple vista, puede que no diga mucho. De hecho, entiendo que, si te dejas llevar por las portadas a la hora de elegir un libro, esta no te resulte especialmente atractiva y eso te haga pasar de largo.
Pero, en este caso, lo que hay dentro realmente merece la pena. A mí me pasó exactamente lo mismo con “Tierra”: aquella imagen de una mujer caminando sobre lo que parecía un glaciar me pareció simple.
Pero luego, cuando terminé el libro, todo encajó. Esa imagen que en un principio parecía aleatoria tenía un sentido muy claro en el contexto de la historia. Fue como una pieza más del puzle que termina de encajar justo al final. Y de pronto, la portada ya no me parecía tan simple, sino bastante acertada.
Con “Diferente” pasa algo parecido. No es una portada que grite desde la estantería, no tiene colores llamativos ni una ilustración recargada. Es más bien silenciosa, contenida. Pero una vez que terminas la novela, entiendes por qué esa niña está ahí, en esa postura, con ese objeto en las manos. Tiene sentido. Representa algo muy concreto dentro de la historia, y en retrospectiva, se vuelve más potente de lo que parecía.
Y eso es algo que me gusta mucho del estilo de Eloy Moreno. Sus portadas son sencillas, sí, pero detrás de esa aparente sencillez hay una intención muy clara, que solo se revela cuando ya conoces la historia. Es casi como si sus portadas también contaran una historia, pero en silencio.
Sinopsis
No quiero entrar en demasiados detalles sobre la trama, en parte porque el propio autor tampoco lo hace desde el principio. Prefiere que el lector descubra las cosas poco a poco, y creo que eso forma parte de la experiencia de leer “Diferente”. Así que, en esa misma línea, solo diré que la niña de la portada se llama Luna.
Luna es una chica inteligente, sensible y con una mirada muy particular sobre el mundo. Está ingresada en un hospital, aunque al principio no queda claro por qué. Hay algo en ella que intriga desde el primer momento. Le gusta esconderse bajo un sombrero grande, como si ahí encontrara un refugio, una forma de poner distancia con el entorno.
Durante su estancia en el hospital, Luna conocerá a una psicóloga que poco a poco se irá convirtiendo en alguien clave para ella. Entre ambas se construye una relación especial, marcada por la paciencia, la escucha y el cuidado.
¿Qué me ha parecido el libro?
Desde las primeras páginas, “Diferente” consigue despertar curiosidad. Me sorprendieron por su tono, casi como si estuviera viendo el inicio de una película con narración en off. Fue una sensación bastante cinematográfica, y no pude evitar que me recordara al comienzo de la película “Matilda”, aunque esto puede ser solo cosa mía.
La lectura es ágil, sin rodeos innecesarios. Los capítulos son muy cortos, lo que hace que avances casi sin darte cuenta. Además, la historia se construye en dos líneas temporales que se entrelazan, lo que añade dinamismo y mantiene la imaginación siempre activa. Es imposible aburrirse con este libro.
Los personajes
En cuanto a los personajes, todos están muy bien perfilados, con sus propias voces y matices. Pero, sin lugar a dudas, Luna es la figura central, la que más se queda contigo. Tiene algo especial, algo que conecta enseguida con el lector. Es fácil encariñarse con ella desde el primer momento, no solo por su situación, sino por su forma de ver el mundo, tan distinta y tan honesta.
Si tuviera que señalar algo que me dejó con ganas de más, sería el personaje de Ayla, la enfermera que acompaña a Luna durante su estancia en el hospital. Me dio la sensación de que su personaje podría haberse desarrollado un poco más.
La trama
Eloy Moreno trata cuestiones que “escuecen” un poco, temas que no siempre se mencionan en las conversaciones cotidianas, pero que están ahí, presentes en nuestra sociedad. Siempre saca a la palestra reflexiones o incluso preguntas para las que no hay una única respuesta.
Sus historias invitan a la reflexión, y siempre dejan preguntas abiertas, esas que se quedan dando vueltas en la cabeza cuando cierras el libro.
A lo largo de la novela, la intriga por la protagonista está bien medida. Hay incógnitas y pequeñas pistas que te van empujando a seguir leyendo.Y hacia el final, esas piezas empiezan a encajar. Se resuelven enigmas y teorías que seguramente te habrás ido haciendo por el camino.
El final sin spoilers
¡Por fin! Llegamos a mi parte favorita del post: el final del libro.
Y no exagero cuando digo que me ha flipado. ¡Menudo final! Hacía muchísimo tiempo que una última parte no me dejaba tan alucinada, con esa mezcla intensa de emociones y una necesidad urgente de comentarlo con alguien, con quien fuera. Literalmente, cerré el libro y pensé: “¿Y ahora con quién hablo de esto?”
Ya lo noté con “Tierra”, que Eloy Moreno sabe muy bien cómo cerrar sus historias. Pero lo de “Diferente” es otro nivel.
No os voy a mentir: me pilló sola en el salón de mi casa, en una escena digna de una tragicomedia. Estaba medio lloriqueando, medio riéndome, como si mi cerebro no supiera del todo qué hacer con lo que acababa de leer. Una parte de mí quería sonreír con ternura, y otra tenía los ojos llenos de lágrimas. Fue como un cortocircuito emocional en toda regla. De esos que te dejan en pausa unos minutos, simplemente sintiendo.
Disfruté el final muchísimo. Y lo seguiré recordando como uno de esos desenlaces que se quedan contigo, no solo por lo que pasa, sino por lo que te hace sentir.
Lo mejor del libro
- Los temas que se ponen encima de la mesa.
- La visibilidad que el autor da a los niños/as como Luna.
- Las preguntas que este libro hace que te plantees sobre tu vida.
- La ternura de Luna con el resto de los pacientes del hospital.
- La sensibilidad con la que se cuentan las cosas.
¡Feliz lectura!
[…] cierto tengo las reseñas de sus dos últimos libros “Diferente” y “Tierra” […]
Ayuda! No entendí el final del libro DIFERENTE de Eloy Moreno.
[…] el final me ha gustado un montón tanto como el de “Diferente” de Eloy […]