En el mes de mayo en mi club de lectura nos sumergimos en La niña salvaje, una novela de Kristin Hannah que, aunque fue escrita hace ya algunos años, ha sido traducida al español en 2025. Conocida por emocionarnos con historias profundas y personajes inolvidables, Hannah vuelve a atraparnos con una trama tan peculiar como conmovedora.

La niña salvaje

El punto de partida de esta novela es algo que no había leído antes: el caso de una “niña salvaje”, una niña criada sin a penas contacto humano durante sus primeros años. La premisa me pareció tan original que, tras terminar el libro, me encontré investigando sobre casos reales similares. Y cuando un libro logra despertar en mí la curiosidad por saber más, ya tiene mucho ganado.

Resumen

La historia se centra en la doctora Julia Cates, una psiquiatra infantil de renombre cuya carrera se tambalea tras un malentendido profesional que la pone en el punto de mira mediático. En medio del caos, su hermana Ellie, sheriff en su pequeño pueblo natal, la llama para pedirle ayuda con un caso insólito: una niña ha sido encontrada en el bosque, completamente aislada, incapaz de hablar y con comportamientos más propios de un animal que de un ser humano. Julia decide regresar a su pueblo de infancia, tanto para escapar del juicio público como para ayudar a esta misteriosa niña.

La protagonista

Desde el principio, el personaje de Julia me conquistó. Su vulnerabilidad, su humanidad y la manera en que intenta salir a flote profesional y emocionalmente la hacen muy real. A pesar de estar en crisis, Julia no duda en implicarse en el caso de la niña salvaje con una entrega admirable.

A través de sesiones, rutinas y mucho cariño, vemos cómo Julia se convierte en una figura fundamental para la evolución de la niña. Esa transformación, paciente y a veces dolorosa, es uno de los pilares más bonitos de la novela. La niña pasa de esconderse detrás de las plantas cada vez que algo la asusta, una imagen que me dio muchísima ternura y pena, a comprender, poco a poco, lo que significa vivir en sociedad y formar parte de una familia.

Personajes secundarios

En este libro también hay una red de personajes secundarios que aporta calidez y humor, especialmente los amigos que rodean a Ellie, la hermana de Julia. Esa camaradería, ese “buen rollo” entre ellos, aporta un necesario equilibrio frente a la dureza del caso que están tratando.

Otro punto fuerte de la novela es la manera en que Kristin Hannah construye las relaciones humanas. Como es habitual en sus libros, encontramos historias de amor dulces, sanas y basadas en la admiración mutua y el respeto. No hay dramatismos innecesarios ni relaciones tóxicas, algo que agradezco profundamente como lectora.

El papel de la ciencia

Me ha parecido muy interesante también cómo la autora aborda la ética de la ciencia y el oportunismo de algunos investigadores que se acercan al caso de por puro interés. El libro no escapa a mostrarnos cómo, una vez que los focos desaparecen, muchos de estos niños acaban en instituciones del estado o centros psiquiátricos, olvidados por el sistema. Esta crítica sutil, pero poderosa, añade otra capa de profundidad a la novela.

Lo que más me ha gustado

Sin duda, lo que más me ha gustado ha sido la evolución de la pequeña gracias al trabajo y la entrega de Julia. La autora consigue mostrar este proceso de forma muy gradual. Cada pequeño avance de Alice se celebra entre las hermanas y la gente que confía en Julia. La relación que se va construyendo entre ellas es tierna, honesta y transformadora para ambas. Además, todo esto se narra con el estilo cálido que caracteriza a Kristin Hannah.

Lo que menos me ha gustado

A pesar de que en general disfruté mucho de la lectura, sí noté que hacia el final algunas cosas eran algo forzadas. Aun así, esto no desmerece el conjunto de la novela, que logra mantener el interés y la emoción hasta la última página.

Si te gustan las historias que mezclan emociones y reflexión, La niña salvaje te puede gustar. Es una lectura que se disfruta, invita a pensar y deja buen sabor de boca. Ideal para comentar en grupo.

¡Feliz lectura!